Bien, viva y bravo. El videojuego en España ya es una industria cultural (como vuelan las noticias ¿eh?). Por fin nuestros desarrolladores podrán trincar del bote estatal como Diox manda y unirse al grandioso mundo de las subvenciones. Algunos ya lo han conseguido, otros aun no, pero ¿quién se repartirá el pastel? Conozcan a nuestros representantes.
DOID: Asociación de Desarrolladores de Ocio Interactivo Digital
Fundada en 2007, con la intención de unir a los componentes de la industria española del videojuego, actualmente es la asociación que aglutina a la mayor parte de pequeñas y medianas empresas relacionadas con videojuego en España, así como la promotora de diversas actividades alrededor del mundo del videojuego en nuestro país. Entre sus méritos están la creación del Congreso de Desarrolladores de Videojuegos (CDV), un evento anual dirigido a los profesionales del sector, y los premios Desarrolladores_ES, que intentan premiar a lo más destacado de la industria nacional.
Su cabeza visible es Ramón Nafria.
DEV: Desarrollo Español de Videojuegos
Fundada en 2008, con la intención de ser el interlocutor de las empresas de videojuegos con el gobierno, aglutina a las grandes del sector en España. Sus méritos son la participación de sus componentes en diversas jornadas sobre el videojuego y el ocio.
Su cabeza visible es Gilberto Sánchez.
Toma de partido
Hablando claro, el futuro del videojuego en España ha de dirimirse entre dos grupos casi enfrentados. Por un lado el DOID es una asociación de amantes de los videojuegos con intereses comerciales y culturales bastante abierta pero carente de habilidad comercial por parte de muchos de sus miembros. Mientras, el DEV es un lobby mercantilista puro y duro con la intención de proteger los intereses de sus asociados.
Entiendo que ambas posturas son totalmente legítimas pero no puedo dejar de pensar que la idea de crear una asociación con la única intención de presionar al gobierno y obtener beneficios para unos pocos es intrínsecamente malvada. Aun así no se les pueden negar los éxitos al DEV: han conseguido en menos de un año que la industria del videojuego sea de interés para el gobierno y, de paso, llevarse 20.000€ en subvenciones.
Ahora, ¿en qué beneficia eso al conjunto de la sociedad? No me miren raro, hablamos de dinero público, y en esto tengo una convicciones muy claras: o se apoya la formación y la construcción de un tejido empresarial amplio o dar dinero a los que ya lo tienen es tirarlo a la basura. El videojuego es una industria emergente en España y el beneficio no lo van a dar un par de «campeones nacionales», la pasta y el empleo lo van a mover las pequeñas empresas que trabajan de forma subsidiaria para otras. El dinero va a estar en pequeños desarrollos, los portales de juegos online y los trabajos para las «mayors». Y es de ahí de donde saldrán las empresas que en diez años produzcan éxitos y nos coloquen en el lugar que nos merecemos.
Si las subvenciones no van a nuevas ideas, formación de profesionales, difusión del medio y ayuda a los pequeños, si estas van a los que ya tienen y sus proyectos, no se habrá conseguido nada. Veremos como soplan los vientos y qué es una «industria cultural».
PD: ¿Si el videojuego es cultura… bajará el IVA de los juegos?
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