Mi último Battlefield

Ya está, hasta aquí hemos llegado. Llevo años preocupado con el advergaming intrusivo y ya tuve problemas por culpa de un juego con este virus de la publicidad, pero es que me acaban de tocar mi saga favorita. Yo tengo una copia de Windows por tres razones: «Unreal Tournament» (que ya está en Linux así que nada), «Civilization» («Freeciv» aun no es lo bastante bueno) y «Battlefield». Reconozco que estoy enamorado de la saga de DICE igual o más que a otros les gustan los huevos con alas o los coches que se dan piñas. A mi eso de los escenarios enormes y jugar con otros 63 jugadores a ver quien machaca al otro con más gracia y salero me pone mogollón. Pero no me voy a comprar el «Battlefield 2142», vamos ni piratearlo siquiera, ni la demo pienso probar.

Y no porque no lleve tiempo esperándolo y deseando luchar con esos mechas gigantes en entornos semifuturistas o porque quiera apreciar que tal han copiado a UT con el modo Titan. Si no porque para jugar tengo que dejar que una empresa de publicidad se dedique a espiar mis gustos y reacciones para poder meterme por los ojos las maravillosas marcas que han hecho grande a la civilización occidental. No está mal, no solo tengo que pagar lo mismo que por la anterior versión (entre 50 y 45 euros según donde compre), si no que encima puedo permitir que pisoteen mis derechos y se salten la legislación europea enviando mis datos personales fuera de la unión para un servicio que me asegura «la presencia y medida de anuncios en el juego así como otros objetos del juego que serán temporalmente subidos a mi ordenador o consola». Eso, encima venid a comeros mi escaso ancho de banda no sea que mi ping alcance algún día el de los países desarrollados con infraestructuras de verdad.

Lo mejor, sí, aun puede ser mejor, es que los responsables ante unas preguntas de Gamasutra dicen que los que nos quejamos es que no tenemos corazón, que esto es para que las pobres compañías puedan seguir comiendo. Sí, igual que aquí nuestros políticos piden agua porque hay sequía y las urbanizaciones en zonas semi-desérticas surgen cual seta en otoño. Joder, si aun me siento mal y todo porque la pobre EA se vaya a la quiebra. Soy un seguero resentido de esos y quiero que todos acaben como Sega para no sufrir en soledad.

En serio, si una empresa no es capaz de mantenerse con sus productos es que tiene un problema serio y dudo que los que se dediquen a meter anuncios por un tubo vayan a sacar la nueva obra maestra de la jugabilidad. Si no me creen miren en su buzón de spam a ver si tanto anuncio publicitario a generado ya una novela de calidad o con tanto pene alargado, drogas de todo tipo y materiales fraudulentos parece más el guión de un mal episodio de Corrupción en Miami.

Foto y texto de la nota que acompaña al juego en Joystiq


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