Las cartas sobre la mesa

Bueno, ya estamos más cerca del final de este trance llamado nueva generación. Al fin se sabe casi todo sobre las consolas que quedaban y yo tengo el interés bajo mínimos. De entrada lo de putear a Europa, santo y seña de cualquier compañía tecnológica que se precie. ¿Recuerdan esta entrada del año pasado? Pues nada, haced el ajuste necesario y la idea es exactamente la misma, con el agravio por parte de Sony de cuatro meses de retraso.

Luego tenemos lo de las múltiples mentiras que sueltan las compañías para ver como reacciona la gente. Que si no pondremos bloqueo regional, que si será muy barata, que si lanzamiento mundial, que si gráficos fotorealistas… bla bla bla. Tampoco es que a estas alturas uno tenga ningún tipo de confianza en estas promesas pero todos deseamos en el fondo de nuestro corazón que sean ciertas (al menos la del bloqueo regional).

Ahora, desde un enfoque europeo, a día de hoy podemos considerar esta next-gen una mierda. En la parte hardware nos la están clavando, para variar, unos mediante unos adelantos técnicos de los que no disponemos (¿Me vuelven a explicar para que quiero HDTV y sistemas de almacenamiento que ni utilizo ni me puedo permitir, aparte de para justificar precios?) y los otros vendiéndonos un hardware más que amortizado que ni tan siquiera parece cumplir con lo mínimo que se le pide a un aparato actual (¿si Wii lleva lector DVD por qué no lee DVD Video? ¿Habrá que comprarlo aparte?) Luego tenemos la moda de las tiendas y servicios online. Hasta en eso, que no hay razón para que sea muy diferente en un lugar u otro, seguimos pagando más y recibiendo menos. ¿Apostamos a que cierto contiente tendrá menos servicios que otros? Si no mirad esta imágen y decidme porque el canal internet (el cuadrado rojo) no aparece con nombre. ¿Será que no tendremos internet?

Y a todo esto hace dos días como quien dice que empezamos a hablar de juegos «reales». Vale, gasto 250, 400 o 600 euros para tener un nuevo aparato en el salón y ¿para que lo uso? ¿Un año a jugar con cosas de la anterior generación porque los de la actual son caros y no aprovechan la máquina? Al menos la 360 ya ha pasado ese trámite y empiezan a aparecer algunos juegos originales o al menos atractivos. Añádase un elevado coste de desarrollo (aun no me creo las iniciativas de Sony y MS sobre desarrollo amateur) y estamos ante una generación que, desde mi punto de vista, huele a muerto. O huele a transición.

De todas formas nuestro poder es cero. Somos un mercado fragmentado y menos rentable que el norteamericano o el japonés. Además no tenemos verdaderos pesos pesados que conozcan nuestros gustos e intereses. Seguimos en el tren de cola y no hay visos de solución. Si al menos el PC resucitara de una vez.


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