Nintendo DS: Un giro de 360 grados

Alucinado estoy con el éxito de la DS. No porque no me lo esperara (en 25 años es la primera vez que apuesto por la consola con más ventas), si no por los juegos que la han llevado a los bolsillos de tanta gente: «Nintendogs«, «Brain Training», «New Super Mario Bros.» y próximamente la enésima entrega de Pokémon con nombre de gema brillante. Volvamos la vista atrás a hace un año y pico, cuando la consola iba a aterrizar por estos lares y todo el mundo destacaba su innovación en forma de puntero y dobles pantallas. Todos nos haciamos cábalas de a donde podriamos llegar con estos nuevos instrumentos y si miramos el resultado resulta que no hemos ido a ninguna parte.

No vengo a negar que los juegos para esta máquina sean divertidos o exitosos, pero parece increible que la DS no nos haya llevado a ningún sitio en un año de convivencia. Y eso que la cosa prometía con las demos técnicas que eran «Wario Ware» y «Project Rub», pero parece que pronto se les acabaron las ideas a los diseñadores. Aparte de un par de plataformas con puntero como «Kirby y el pincel mágico» o «Yoshi’s Touch and Go» y los curiosos «Electroplankton» (que no es un juego tal cual), «Trauma Center» o «Lost Magic» (que a fin de cuentas es un RPG con otro interfaz) el resto aportan más bien poco a los jugadores veteranos.

Y no crean que soy especialmente exigente, si yo con un par de tonterías que cambien algo me conformo. Sirvan de ejemplo algunos títulos que no han salido aquí como el «Jump Superstars», un simple juego de peleas pero con el uso de la pantalla táctil y su diseño adquiere un atractivo tono estratégico. O el «Osu! Tatakae! Ouendan!» que transporta el género de los bemani a una portátil pero sin jugarse como ninguno de sus antecesores. Con un poco de imaginación se pueden visitar géneros ya explotados y ampliarlos aprovechando la máquina. Pero si llego a saber que lo mejor del catálogo iban a ser un clon del Tamagochi, el remake del primer «Super Mario» y los pasatiempos del periódico, iba a gastarse cientos de euros Rita la cantaora.

Si no fuera por el WiFi…


Publicado

en

,

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.