Hoy es un gran día para la república. Ha llovido, nos han puesto el ADSL en la tienda y al fin mi sueño se ha hecho realidad, «Boogie Wings» ha sido emulado. Como la gran mayoría de los juegos de Data East, «Boogie Wings» no es muy conocido (al menos por su nombre), pero tal vez sea una de las grandes odas a la diversión que haya dado el género de los matamarcianos. Sí, vale, todo el mundo recuerda «R-Type», «ThunderForce» y demás clásicos, pero si nos damos cuenta todos se reducen a las mismas premisas, con variantes pero con poca diferencia a la hora de jugarlos. En cambio coges «Boogie Wings» y tu concepto del shooter cambia para toda la vida.
El gancho, ese es el quiz de la cuestión. Tu vas con tu típico avión, pero colgando de el llevas un gancho, un gancho que sirve para enganchar y lanzar cosas, cualquier cosa. Y cuando dices cualquier cosa se incluyen papeleras, farolas, elefantes, bombas, tanques, vamos lo que haya. Pero eso no es todo, además si eres derribado puedes continuar a pie, pudiendo utilizar vehículos, animales y lo que sea que aparezcan en pantalla. Aun así el juego aun puede llegar más alto, puede pasar de ser un matamata desenfrenado y sádico a uno de los mayores placeres de la vida con algo tan simple como jugar a dobles. No existe un solo matamata más divertido a dobles. Y punto.
Brutal. Salvaje. La verdad es que me quedo sin palabras para describirlo. Diox, me quema en las manos. Cuanto te he echado de menos cariño. Creo que voy a echarme otra partidita mientras el portatil aun está caliente.
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