Shellshock NAM 67: Aquí mi fusil, aquí mi pistola

Últimamente me he dado cuenta de que sufro un peligroso síndrome en estos tiempos que corren. Yo lo he dado por llamar síndrome de Dogbert (en homenaje al personaje creado por Bill Adams) y es que comparto con este simpático can una preocupación que resumida viene a ser: «¿Cómo escribir un libro cuando puedes resumirlo todo en una sola frase?». Ya se que algunos creerán que esto es una ventaja, que las cosas hay que decirlas con claridad, pero cuando una de las cosas a las que te dedicas en esta vida es analizar videojuegos esta ventaja se transforma en un horrible defecto. Por ejemplo, ¿qué leches cuento yo sobre un «juego» en el que lo único que hay es una mesa de mezclas?. No, no es un «Music 2000» o algo por el estilo, es una simple mesa de mezclas, sin ningun tipo de juego. Y claro, que yo entienda tanto de estos aparatos como de la reproducción del sapo partero del Turia pues como que ayuda poco.

Y es que el mundo de la crítica está lleno de paja y frases grandilocuentes (¿alguien ha notado lo grandilocuente que es la palabra grandilocuente?) que solo sirven para rellenar un determinado número de páginas o de carácteres. Como experimento nada mejor que ir al kiosko y ojear cualquier publicación de cine, música o videojuegos. Si alguien encuentra alguna similitud entre su lectura y lo que le comenta cualquier amigo sobre el producto en cuestión

a) su amigo trabaja en esa revista
b) su amigo es un pedante y ha leido la revista

Para bien o para mal en internet nos encontramos con lo mismo. ¿Alguien ha leido Meristation alguna vez? Yo sigo sin explicarme como son capaces de hacer análisis de siete páginas de cualquier tontería con una facilidad pasmosa. Ya, ya se que si coges solo el téxto y lo pones en un procesador de textos la cosa queda más esmirriada, pero aun me siguen sorprendiendo. ¿Es necesario que hagamos las cosas así? Porque sinceramente, llevo ya unos meses en los que apenas encuentro un juegos que me inspiren más alla de dos páginas y eso siendo generoso además de contar los encabezados. Bueno, dejaré de enrollarme y haré otro pengo-análisis con el formato habitual, corto y al meollo de la cuestión. La víctima de hoy es Shellshock Nam 67.

Ficha técnica
Desarrollador: Guerrilla
Plataforma: Xbox
Género: Disparos
Formato: Mustioso DVD de Microsoft Confidential que no trae ni sobre.

¿De qué va?

Algo con Nam en el título ya está claro que tema toca, el coco estadounidense de las junglas del sudeste asiático donde les pusieron la parte externa de la cavidad anal con una tonalidad similar a la de la actual bandera vietnamita. Así que lo típico, nido de ametralladoras por aquí, charlies por allá y mucha palmera para decorar. Todo ello aderezado con BSO de la época y comentarios cuartelarios.

El comentario

En Guerrilla está claro que les gusta ir al cine, es más, posiblemente les hubiese gustado dedicarse al septimo arte y es que no hay más que ver la de rollo películero que destila el juego. Personajes arquetípicos, situaciones clásicas, vamos que falta la cabalgata de las valkirias porque habría sido muy cantoso. Pero como lo importante es el juego, a fin de cuentas la mayor diferencia entre cine y videojuego es que estos aun son interactivos (por mucho que Square se empeñe en lo contrario), Shellshock no está mal. La idea principal se supone que es el contar con compañeros que nos ayudan en las misiones y le dan carga dramática al asunto de luchar, pero en cuanto descubrimos que son inmortales la idea se va al carajo. Seguimos jugando y nos damos cuenta de que todo está scripteado y que aun pudiendo ir por un sitio nos será imposible pasar hasta que completemos la tarea X, es decir, el juego es lineal como un palo. Aun jugamos más y nos encontramos con gráficos dignos de una PSX (si eso se puede considerar digno), con fallos tontorrones en el control y con una IA que debería tomar cursillos en clases «especiales».

Es decir, el juego es flojillo, pero maldita sea, cuesta dejarlo. Esa es su principal baza, que una vez empiezas le vas cogiendo el gustillo. Sabes que Call of Duty es mejor o que Battlefield te da más libertad o que Halo es mucho más bonito, pero tu sigues dale que te pego contra los comunistas porque es entretenido. ¿Es un buen juego? No, si vas a pagar por él. Pagar 60 euros por él con la de cosas que hay por comprar sería estúpido, pero un alquiler lo merece y lo disfrutas. Es ante cosas como estas cuando te preguntas porque no sacan más juegos directamente a 29,95. Y aviso para navegantes, el tan esperado Killzone (¿Halo para PS2? Con lo visto en la beta ni esnifando pegamento) es también de Guerrilla, con lo que me da a mi que pueda ser el mismo perro con diferente collar, ya veremos.

Pengo-Nota: Alquilando 6, comprando 3, en general 4.


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