Daydreaming

Esta mañana he ampliado un poco más mi lista de regalos cumpleañeros. Por un lado Gally me ha regalado una grabadora de DVD super-mega-hiper-que-solo-le-falta-hacer-cafe y por otro me he auto-regalado 512 Megas de RAM para poder disfrutar con alegría de UT2004 y cosillas por el estilo. Una de esas cosillas es el Doom 3 (pengo-análisis en esta web proximamente) que me dejó el amigo Nae y que me pedía mínimo 384. Pues bien, mientras se instalaba la última creación del señor Carmack y sus amigotes, me puse a repasar la estantería en busca de algo que releer y me encontré con la serie de la que voy a hablar hoy.

Daydream es algo curioso. Primero su periodicidad en España es nula, se supone que aparece cuando los japos sacan un tomo y los señores de Ivrea lo han traducido. En la práctica esto viene a ser cada 5 o 7 meses, lo cual es malo para el ansioso y bueno para el bolsillo ya que no es una sangria mensual, si no el tomo ese que compramos por probar una serie. Claro, eso también explica que desde agosto de 2002 solo llevemos cinco tomos. Pero me estoy subiendo por las ramas y yo lo que quería hablar es de la serie en si.

Lo primero que choca, y como siempre lo primero que nos dice si una serie va a la bolsa o se queda en la estantería, es el aspecto del dibujo. El dibujo en Daydream es feo, sucio, pobre, pero superado el primer impacto te das cuenta que otro dibujo habría quedado artificial. Luego cuando lo piensas es raro que la serie tenga ese estilo porque el dibujante viene del mundo del hentai y los videojuegos, donde todo tiende a ser bastante claro y definido. Aun así darle una oportunidad a Daydream se compensa con el tiempo, ya que la historia deja esa sensación de que va mejorando con el tiempo según las relacciones de los personajes se van afianzando. También la primera impresión de la historia se hace rara ya que se supone que este es un manga de misterio, pero encontrar a una reina del sadomaso capaz de hablar con los espíritus acompañada de un compañero que tiene miedo a los fantasmas pinta más a humor bizarro, humor que luego se desvanece.

La verdad, no se explicar porque me gusta Daydream, pero me gusta. Tal vez sea porque me sirvió como contrapunto a la ñoñisima Monster, una serie a la que nunca conseguí engancharme por su total ausencia de dinamismo. Sí, pasan cosas, pero ¿avanza la historia? No se, tal vez fue la edición de Planeta, pero acabé muy despagado. En cambio Daydream está llena de sucesos que no forman parte de la historia pero que la van forjando lentamente, sin dejarte ver cual va a ser el final y deseando saber un poquito más de la historia de Misaki, la reina sado con poderes.

Ah, para los vagos que no quieran pasarse unas horitas en la Fnac más cercana leyendosela de gorra, hay cuatro OVAs que están siendo fansubeadas, pero personalmente la primera me dejó un poco frio ya que le falta el contexto. Es como meterse en mitad de una película, puedes pasartelo bien pero no te enteras de nada. Así que a leer, que es muy sano.

PD: Hoy he aprendido una frase en japonés que puede serle útil a alguien en un viaje por el país del sol naciente:

[sumimasen ga, watashi wa ojousan ga piru wo nomu to omoimasu]
(Lo siento, creía que su hija tomaba la pildora)


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