Si, por favor, la quiero con todo. Y deme mostaza si no le importa.

***Warning: Bilis en el teclado.***

Hay que ver lo rápido que pierde la gente las formas en cuanto se pone un poco de pasta de por medio. Que si tu me copias, que si los usuarios son unos inútiles, que si las 3D las inventé yo, que si todos son unos perdedores… Nah, la guerra de las consolas cada día es más sucia. Antes uno más o menos la soportaba porque, total, te vendian avances técnicos de sobre los videojuegos. Es decir, toda pieza de hardware que venía con la consola tenía un único objetivo: poder hacer juegos más molones que los de la otra compañía. Todo añadido que no entraba dentro de esta categoría era rapidamente descartado.

Ahora, tras apenas media década, uno se encuentra con que no está comprando una consola para jugar, si no un centro multimedia super chachi way of life que te permite conectar tu mp3, ver películas, comprar cosas, descargar videos, hablar con tu prima la de Cuenca y de vez en cuando jugar. ¿Qué coño pasa aquí? Lo que antes era una forma de evasión y diversión exclusiva (exceptuando la interferencia de algún hermano o primo) que asustaba a toda la familia y te permitía unos momentos de tranquilidad se ha transformado gracias a los fabricantes de electrodomésticos en un sinvivir para ver cuando puedes apartar a tu madre del DVD o convencer a tu novia de que se vaya con el «aiPod» a otra parte.

Llamenme clásico pero el concepto de todo-en-uno para mi es algo exclusivo de los PCs, que son máquinas orientadas a la interacción entre múltiples componentes y la manipulación de datos. Yo quiero una consola barata para jugar con ella y no quiero ser una marioneta en manos de los deseos megalómanos de algunas corporaciones para conquistar mercados que ni me van ni me vienen. Por diox, ni 600 ni 400 euros me parecen precios razonables para una consola. Me parece fantástico que me regalen el reproductor de Blu-Ray, la conexión de banda ancha, el disco duro y una carcasa neo-minimalista, pero prefiero una consola de 150 con carcasa de plástico malo, una ranura para los juegos, otra para los mandos y algún led de estado y gastarme 150 más en accesorios y juegos. Si quiero cualquiera de sus otros productos ya me comparé uno dedicado y no una especie de Frankestein que hace muchas cosas mal.

¿Tan difícil de entender es? Señores fabricantes (sí, esos dos) metan dentro de la carcasa las cosas adecuadas para jugar, dejense de payasadas que tan solo ponen en peligro su liquidez y sangren a la gente a base de buenos juegos. Antes el tener muchos juegos era un lujo, ahora resulta que el lujo va a ser el tener algo donde jugarlos.


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